La discapacidad es un tema muy amplio, el
cual al ser tratado, en muchas ocasiones no se hacen las distinciones apropiadas.
Producto de esto, se tiene una imagen errada sobre las habilidades que poseen
las personas con discapacidad y por lo tanto, resulta fundamental explicar los
diferentes grados o tipos de discapacidad existentes, ya que una mejor
comprensión de los mismos promueve, de cierto modo, la creación de una sociedad
más inclusiva.
El primero de ellos y el que tal vez, en
muchas ocasiones sea un poco más evidente, es la discapacidad física, la cual
Urquía Reyes Pérez (2014) define como: “desventaja resultante de la
imposibilidad que limita o impide el desempeño motor de la persona afectada. Se
origina por la pérdida o la anormalidad en la estructura anatómica de los
sistemas osteo-articular, nervioso o muscular (p.17)”.
Otro tipo de discapacidad es el sensorial que
como esta misma autora indica: “engloba a personas con deficiencia visual y a
personas con deficiencia auditiva (p.20)”. Este tipo, además se puede dividir
en si la deficiencia se presentó desde el nacimiento de la persona o se presentó
durante su desarrollo. En el caso específico de la discapacidad visual, se
clasifican en personas con ceguera total que es “la ausencia total de visión o percepción
mínima de luz que impide su uso funcional (pueden ser capaces de distinguir
entre luz y oscuridad, pero no la forma de los objetos) (p.20)” y personas con
baja visión o deficientes visuales, las cuales “tiene dificultad para realizar
tareas visuales, incluso con lentes de corrección prescritas, pero que pueden
mejorar su habilidad para realizar tareas con ayuda de estrategias compensatorias,
dispositivos de deficiencia visual y de otra índole (p.20)”.
Por su parte, la sordera se clasifica en
sordera prelocutiva y sordera postlocutiva. El primero se refiera a “personas
sordas desde su nacimiento, o que naciendo oyentes se quedaron sordas antes de
adquirir el lenguaje oral (p.20)”. El segundo, hace mención a “personas que
adquieren la sordera después de haber aprendido el lenguaje verbal (p.20)”.
Además, existe una discapacidad de esta índole
que podría señalarse como “única”, la cual deriva de la combinación de ambas
deficiencias y se le denomina a los sujetos que la presentan como personas
sordociegas.
El último
tipo de discapacidad es la discapacidad intelectual o mental, sobre la cual
Samuel Gento Palacios e Iva Strnadová (2011) indican que los niños con
discapacidad intelectual “no poseen un pensamiento concreto, no pueden generalizar
y su memoria es mecánica (p.73)”. Lo
anterior, no solo aumenta el grado de dificultad del niño para aprender sino
que también se ve reflejado en su capacidad para formar vínculos afectivos, ya
que presentan un déficit en “la comunicación con otros, las habilidades de
esfuerzo propio, la salud, la habilidad doméstica y la habilidad social (p.73)”.
Alvarado Correa, E.; Hernández Zarate E.;Vega Malvaez P. y Vivanco Garay S. 2015. Recuperado el 30 de mayo, 2016. Sitio web: http://reddepadreszonae023.blogspot.com/2015/06/discapacidad-multiple.html
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